martes, 5 de julio de 2011

En su día a día.....

Ilustraciones Elena Rojo.

El verano

Ilustraciones Elena Rojo


  Me puse mi vestido preferido y salí a dar un paseo por el mar, el atardecer  aquí es espectacular, sentía como la brisa del mar rozaba  mi cara con una mezcla de olor azahar .
  Continué caminado por la playa....
En el horizonte vi como un chico estaba haciendo malabares al lado del mar, la verdad que no se le daba muy bien.
A mi siempre me había llamado la atención,eran increible la coordinación y concentración que se necesitaba.
Me senté en la playa y me quedé embobada mirando aquel chico.
Al  instante apareció otro alto, moreno y muy delgadito,este traía una mochila enorme colgada de su espalda.
Por un instante concentré toda mi atención en ellos.
  Uno de ellos sacó unos materiales con los que se puso hacer malabares, tal como éstos estaban en el aire, brillaban saliendo unos polvos de colores.
Pasado un rato me quedé ensimismada mirando la orilla del mar, cuando me di cuenta aquellos chicos estaban sentados a mi lado con un cuenco dorado lleno de fruta.

 -¡Hola!-, me dijo uno de ellos.
-Hola-contesté.
Los chicos se miraron entre ellos sonriendo y guardaron silencio.
-¿Quieres un poco de fruta?
-Gracias, tiene muy buena pinta-, contesté.
Uno de ellos me preguntó qué era lo que me ocurría,ahora guardé yo silencio.

  El más delgadito se levantó de un salto, se puso la mochila y se dirigió a mi,-nos marchamos ya, tenemos que actuar, ¿quieres venir a vernos?-.
-Si,me encantaría-, irradiaban algo especial y tenía curiosidad por saber un poco más de ellos.
 

Fuimos callejando y llegamos a una casa en el campo sorprendente,la casa estaba pintada de  naranja y azul.
De las ramas de los árboles colgaban extraños objetos de colores.
Al ver aquello directamente te trasladabas a otro mundo diferente.
 

Uno de ellos sacó dos sillas fuera de la casa, se sentó en una y me ofreció asiento en la otra.
 

-¿Cómo te llamas?-le pregunté.
En ese momento sentí que algo especial iba a pasar, apareció el otro chico con algo envuelto en papel, empezó a desenvolver el objeto, en sus ojos se veía reflejado la ilusión que tenía por mostrarmelo, justo en ese momento el chico moreno me dijo mi nombre es Alejandro, me gustaría contarte algo...